La tanatología forense, dentro de la medicina legal, es la disciplina que abarca el estudio de la evolución de los fenómenos cadavéricos y de todas sus circunstancias, así cómo las técnicas de conservación del cadáver. Hay 7 tipos de fenómenos cadavéricos. Os los contamos.
Los 7 tipos de fenómenos cadavéricos se dividen en: enfriamiento, deshidratación, livideces e hipóstasis viscerales, autólisis, rigidez, espasmo y putrefacción, que iremos viendo a continuación detalladamente:
El ENFRIAMIENTO es quizá uno de los fenómenos cadavéricos más útiles para determinar el intervalo post-mortem, ya que, disminuye de forma gradual y progresiva la temperatura del cuerpo hasta igualarse con el medio ambiente aproximadamente a 1º/h. Un cuerpo va a tardar más o menos en enfriarse dependiendo de la temperatura del ambiente, edad del sujeto, constitución del mismo, ropa y enfermedad que haya provocado su muerte. Un signo identificativo de muerte es que la temperatura rectar del cadáver es inferior a 20º.
La DESHIDRATACIÓN CADAVÉRICA se presenta a partir de las 8h post mortem. En este proceso es importante tener en cuenta las condiciones de tipo ambiental como la temperatura elevada y la ventilación ya que, pueden dar lugar a la vaporización de líquidos corporales del cadáver.
Para observar que hay deshidratación en el cadáver nos fijaremos en la pérdida de peso (sobre todo más en niños que en adultos), apergaminamiento cutáneo, hundimiento ocular, desecación de mucosas e, incluso, momificación si se tratase de un bebé recién nacido o un cadáver encontrado en ambientes muy secos.
Las LIVIDECES VISCERALES son manchas que aparecen en el cuerpo que nos van a ayudar para determinar la hora, causa de la muerte y, cómo se encontraba el cadáver.
Las livideces son manchas de color rojo-violáceo que aparecen en la piel de la parte más declive del cadáver (piernas, tobillos, manos, zona abdominal…).
Las livideces van apareciendo en la parte posterior del cuello sobre los 20-45 minutos post mortem; en zonas declives alrededor de las 3-4 horas; y, pasadas 10-12 horas del fallecimiento, ocupan todo el plano inferior del cadáver en el plano inferior.
La RIGIDEZ, también llamado rigor mortis, es el estado de rigidez e inflexibilidad en las extremidades y dificultad para moverse o manipular el cadáver.
- Se inicia a las 3-4 horas.
- Total de rigidez: 8-12 horas.
- Máxima intensidad: 24 horas.
- Desaparición: 2-3 días.
El ESPASMO, es un fenómeno vital, contrario a la rigidez. Los espasmos cadavéricos se clasifican como un tipo especial de rigidez cadavérica instantánea y sin fase de relajación previa.
Se suele decir que es un fenómeno vital por estimulación nerviosa y causado por un evento estresante que ocurre antes del deceso. Es una forma usual en muertes violentas o que ocurren en circunstancias de intensa emoción física. Por ejemplo, morir a causa de una electrocución, convulsión o herida por arma de fuego.
La PUTREFACCIÓN CADAVÉRICA, es un proceso de fermentación pútrida de origen bacteriano. La putrefacción es una mancha verde que aparece alrededor de las 24-48 horas tras es fallecimiento y dependiendo de la temperatura ambiente.
Las condiciones que modifican la evolución de la putrefacción son:
- Individuales: constitución física (obsesos se descomponen más) y edad (más rápida en niños).
- Patológicas: putrefacción más precoz e intensa en heridas graves, contusiones externas, muerte con agonía lenta, etc., y, putrefacción más tardía en grandes hemorragias, intoxicaciones por CO2, miembros separados del cuerpo o, enfermedades que cursan con deshidratación intensa.
- Ambientales: la putrefacción va a depender de la humedad, aire, frio, naturaleza del suelo...etc.
Y, en último lugar, la AUTOLISIS, proceso por el cual el propio tejido humano se va degradando a sí mismo. La autolisis cadavérica, en sí, consiste en la digestión de los tejidos causada por la liberación de fermentos después de la muerte. A diferencia de la putrefacción, no hay intervención bacteriana.
Bibliografía
- Drozdowsky, E. (2020). Tema 2. La Tanatología (material no publicado). Universidad Pontificia Comillas, Madrid.
- Peña, J. A., Bustos Saldaña, R., y Verdín G, O. (2019). Fenómenos cadavéricos y el tanatocronodiagnóstico. Universidad de Guadalajara, México.
- Santos, A. (2003). Tanatología forense. Medicina Legal. Facultad de Medicina de la Universidad de Porto, Porto.
Eva Núñez Blanco
Estudiante de 5º curso del Doble Grado de Criminología y Trabajo Social
Universidad Pontificia Comillas
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